Quien haya visto el REY LEON seguramente se ha enamorado de esas imágenes rojizas en la que se reflejaba la sabana africana.
¡Y los graciosímos personajes llenos de ternura!
Sobre esa idea trabajamos, para darle vida a esta tarta que debía tener ternura suficiente para adaptarse a un niño que cumplía un año, pero sin ser muy infantil ya que celebraba su cumpleaños junto a su primo de 10 años.
Pensaba trabajar luces y sombras con aerografía, pero percances con la pistola del aerógrafo hicieron que terminara con los tintes en polvo que, ya saben, tanto me gusta utilizar.
La tarta de abajo está forrada en fondant, coloreada con tinte Fleibor color chocolate, texturizada con estecas y luego matizada con tintes Rainbown Dust marrón y rojo, aplicado con un pincel de cerdas suaves.
Los árboles están pintados con pincel liner y tinte comestible como les he contado en la entrada de la Tarta Ferrari
La recuerdan?
El piso superior está forrado en color rojo y trabajado con los mismos tintes en polvo que el piso inferior.
El sol está realizado partiendo de un círculo de pasta amarillo matizado con tinte rojo en polvo.
Los personajes están modelados en pasta de modelar Ballina.
¡Es alucinante el aroma y el sabor que tiene!
Huele y sabe a los "Pico Dulce",
un chupa chups argentino delicioso!!!
Descubrirla fue remontarme un poco a mi país y a la niñez.
Hablamos,
Mariana